15 may 2010

La Polly Pocket

La Polly Pocket es un ser bastante molesto que un día y casi por sorpresa (bastante desagradable por cierto) alguien la metió en casa y todavía, increíblemente, no se fue.
La Polly Pocket es hueca, es el típico prototipo de nenita tonta que vive en una caja de cristal y pocas veces intenta entender lo que pasa a su alrededor.
La Polly Pocket se viste con ropa de marca, siempre, y te lo hace saber, te cuenta donde se compró cada prenda y cuanto le costó, para ella vestirse así es sinónimo de ser alguien en la vida, claro.
La Polly Pocket ama comer en Mc Donald´s más que en cualquier otro lugar para mayores y con buen gusto. Recorta de mi diario y sin permiso los cupones del 2x1 para ir con el “Gordo”.
La Polly Pocket odia a mis perras, le dan “ASCO” (Palabras textuales). Como ella es casi la Reina Isabel desearía que mis bebés no se le acerquen sin custodia policial.
La Polly Pocket lee el suplemento “Countries” de Clarín con una sonrisa y sueña mientras tanto en que en un futuro va a vivir en uno de ellos para escapar de “este horrible lugar”.
La Polly Pocket ama al “Pro”, cree que es el partido político que le leyó la mente aunque no parece entender muy bien que si el Pro actúa todavía más en serio, a ella la matan por “Cucarachita provincial”. Si, la Polly Pocket se cree de la Elite pero no podría estar más lejos.
La Polly Pocket opina de todo pero no sabe nada de nada. Habla de leyes nuevas por lo poco que leyo o vio en el noticiero de Telefé. Discute soberbiamente sin fundamento, cree siempre que tiene razón.
La Polly Pocket sostiene que con 3000 pesos al mes no puede vivir, aunque ni siquiera pague u puto impuesto. Así y todo sostiene que a este paso en tres o cuatro años se va a comprar una casa y que pagar un alquiler es “tirar la plata” y le parece bastante medicocre…a la Polly Pocket, si!.
La Polly Pocket vive con “mami, papi y el hermanito menor” que trata como a un hijo. Obliga al Gordo a pasar varias horas por semana con ellos porque sino se enoja. Lo llama a “Papi” a la una de la mañana para que saque el auto y la venga a buscar a casa porque sola la nena no va a ningún lado.
La Polly Pocket ama participar de las reuniones de mi familia a pesar de que la gran mayoría no la soporta y además en muchas de ellas no haya sido invitada a participar. Es feliz si sale en las fotos, si abraza a uno de mis primitos, si se siente parte.
La Polly Pocket cuando no esta sonriente y hablando pelotudeces, está rompiendo las pelotas o con cara de orto bien de nena caprichosa, porque alguien (en general El Gordo) no hizo lo que ella quería.
La Polly Pocket presenta síntomas de inseguridad constante que parecen atenuarse cuanto más rompe las pelotas en mi casa y más parte, dueña y señora se haga sentir.
La Polly Pocket se cree rica y vive en un barrio de medio pelo, cerrado igual, simil country berreta y estúpido.
La Polly Pocket “estudia” una carrera altamente comercial y superficial en una Universidad paga, obviamente. Lo público a ella le da “cosa”.
La Polly Pocket valora al otro por lo que gana, por como viste, por los lugares “top” a donde sale a bailar.
La Polly Pocket me resulta una cucaracha manipuladora, falsa, arrogante y hueca hueca hueca que al fin de cuentas me supera, me saca de mis casillas cada vez que habla con ese tonito de modelito venida abajo, pero debo reconocer que es una capa porque se ganó un lugar en mi blog.
¡Bravo Polly Pocket, seguí así que por lo menos serviste de inspiración!

9 may 2010

Omitime que me gusta

Hay momentos en la vida de las mujeres que por gusto o por acumulación de disgustos optamos por hacernos las boludas para aguantar, al menos por una gran noche, al mediocre que esta buenisimo pero que desearíamos que no hable. No le pedimos el típico “mentime que me gusta” sino que preferimos el gran "omitime que me gusta"(que es mejor).
El lindo pero tonto cuando habla dice que no mira a Tinelli porque es grasa, que en cambio defiende a muerte a Pergollini porque ese si es un capo, que su programa peridiodístico favorito es CQC porque son re jugados con lo que hacen, te cuenta porque votó al Pro y porque odia al gobierno (y a pesar de no ser oficialista en esa te indignas o te meas de la risa) y a eso le suma sin fin de pelotudeces que te hacen creer en eso de que Dios castiga por cojerte a alguien solo porque te gustó “lo de afuera”.
Por eso mismo, y casi pidiéndolo como favor: Omitime que me gusta!.