19 jun 2011

A mi padre, en su día.

Con aciertos y desaciertos. Con mil equivocaciones. Con llantos y gritos y ganas de irme lejos muchas veces. Con nuestras peleas eternas. Con cara de no entenderte, con los oidos hartos de escuchar esas cosas que en mi infancia llamé “sermones”. Con mil citas de tu autoría. Con tus palabras en mi cabeza aconsejándome mil veces. Con mis ganas de entenderte y aprenderte. Con la mutua timidez de hacerle saber al otro cuanto lo queríamos. Con los recuerdos de esos que fueron importantes momentos. Con esto y con más ocupaste el lugar papá en cada instante. Y vos, que muchas veces te sentiste ajeno a ese mundo, a ese rol, lograste ganarle a aquél fantasma, en algo que ni siquiera llegó a ser una batalla jamás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario